LENGUA Y LITERATURA - SEMANA DEL ADULTO - RELATOS

RELATOS DE ALUMNOS DEL CENS 28


Los textos que pueden leer a continuación responden a la propuesta que realizó el CENS Nº 28 para celebrar la SEMANA DEL ADULTO, redactados por los alumnos de 1°, 2° y 3° ciclo.

Ellos hablan de inquietudes, dudas, temores, pero también de deseos y esperanza. Cada alumno intenta una manera de explicar su lugar en el mundo, desde el aquí, en el ahora. 


Prof. Claudia Malta - Prof. Enrique Solinas
Lengua y Literatura





EL  C.E.N.S. Y MIS AMIGOS


El C.E.N.S. para mí representa la puerta a un futuro mejor. Es el camino a una carrera universitaria, hacia mi sueño es ser kinesióloga. En la actualidad soy técnica en rehabilitación pero me gustaría llegar a tener el título universitario. Por eso el  C.E.N.S. representa algo muy importante para mí.

Después de muchos años decidí volver a estudiar, me di cuenta de que no podía a ayudar a mi hija en sus tareas escolares. A ella le cuesta mucho tomar responsabilidades con las cosas del colegio, y pensé que si daba el ejemplo de estudiar la podía orientar en sus estudios, hacerle notar que el estudio es el camino a un futuro mejor, y que con esfuerzo y sacrificio se pueden lograr nuestros sueños.

También en el C.E.N.S. conocí un grupo de gente maravillosas, hice nuevos amigos, los aprendí a querer y hoy pertenecen a la lista de mis amigos.

Les quiero contar un poco de mí: vengo de una familia numerosa, tengo cinco hermanos, y quedamos huérfanos desde muy chicos y eso hizo que no pudiera terminar los estudios básicos  porque tuve que trabajar desde muy corta edad… y por ese motivo abandone el colegio…

Agradezco a la institución y a los profesores por ayudarnos a cumplir nuestros sueños. ¡GRACIAS C.E.N.S.!


 

MI NUEVA OPORTUNIDAD


Volví a estudiar después de treinta años. Todo cambió mucho con respecto a las formas de encarar los estudios, hay más tecnología.

La verdad que los profesores te ayudan mucho y es más fácil todo. Yo tengo que hacer muchos  sacrificios para estar acá pero me gusta, me queda cerca  y se comparten muchas cosas en estas horas que venimos. Se conoce gente que quiere progresar y mejorar para tener mejor salida laboral.

Es bueno que tengamos la oportunidad seguir estudiando, es bueno que se pueda seguir a esta edad cuando se es grande. Algunos profesores nos dan una mano grande con las materias y las clases de apoyo y nos ayudan a entender mejor las materias. Estoy muy contento de estar estudiando de nuevo en un colegio secundario por la mañana y agradezco esta posibilidad de seguir estudiando.

Es bueno para mí ya que no pude estudiar cuando era  más joven ya que no tenía oportunidades por los tiempos vividos en otras épocas. Gracias a los C.E.N.S. puedo seguir para mejorar como alumno y como persona.


 

¿QUÉ SIGNIFICA EL C.E.N.S. PARA MÍ?


Me enseñó a aprender cosas que ni yo mismo sabía. Es un sitio donde te dan la oportunidad de que te conozcas con alguien nuevo/a, que tengas nuevas amistades y experiencias. Aparte no son tantos años, solo se acortan y son 3 años porque es un acelerado para mayores. No es tan exigente tampoco, es un buen colegio.

Y también lo hago para tener un título en el futuro y conseguir un buen empleo. Para avanzar nos dan una oportunidad para aprender y aportar, son buenos profesores, te enseñan bien y explican hasta que entiendas. Por otro lado el sindicato tiene otras materias como para  anotarse, aprender y recibir su título en alguna cosa que le guste.

El C.E.N.S. te da muchas oportunidades con varias materias que te pueden gustar y te hacen  querer anotarte. Además nos dan dinero para los útiles, fotocopias, cosas que piden en el colegio y ese dinero es solamente para eso.

Por todo esto digo ¡qué suerte que estamos acá!


 

EL  C.E.N.S. Y MI EXPERIENCIA


Volver a estudiar… pasaron muchos años y se presenta ahora la oportunidad de poder terminar la secundaria. Al principio uno siente incertidumbre por no saber con qué se va a encontrar, tiene  muchas dudas y miedo, pero en la primera semana de clases ya me sentía un adolescente en plena etapa escolar. 

Volver a la escuela me dio la oportunidad de conocer gente, me saco de la vida rutinaria. No pensaba sentirme tan bien de ir todos los días a clase, una sensación que no la tenía a los 17 años. 

En la adolescencia al abandonar el colegio no pensaba que a futuro. Esa mala decisión me afectaría, pero bueno, en la adultez uno piensa de otra manera y con más responsabilidad y como se dice siempre “nunca es tarde para aprender”.

Así que  acá estoy con ganas y ansias de terminar la secundaria y poder superarme.


 

¡VOY A PODER!


Me llamo xxx, Estos últimos dos años que llevo acá en el C.E.N.S. aprendí muchas a cosas: a volver a confiar en las amistades, a ponerme el título como meta, etc. Es fácil y difícil como todo, pero todo se puede, con esfuerzo se puede. Conocí gente más grande que yo y me da otra visión de la realidad, gente que dejó hace mucho tiempo y sin embargo ellos siguen.

Yo deje dos años el colegio y el año pasado me costó y pensaba ya dejar el colegio, y ver a mis compañeros me da fuerzas para decir, si ellos pueden yo también. Conocí gente maravillosa. El C.E.N.S. tiene sus cosas buenas y sus contras. La contra es levantarse temprano, y lo bueno es que conoces gente que va a estar con vos siempre.


 

LO QUE COMPARTIMOS EN EL C.E.N.S.


Me llamo xxx y estoy feliz de volver a estudiar después de mucho tiempo, de hacer amistades nuevas, emprender otros rumbos y tratar juntos de llegar a una meta.  Es muy lindo compartir tantas cosas con los compañeros como el mate, las charlas las risas. 

Pienso algún día tener el certificado de la secundaria y voy a seguir luchando para obtenerlo y me voy a poner todas las pilas para terminar. Gracias por abrirme las puertas, C.E.N.S.

Gracias a los profesores por sus enseñanzas y las palabras de esfuerzo que nos dan cada día para no bajar los brazos y no dejar de estudiar. Esto es un apoyo enorme, junto al que nos dan los delegados y todos los que nos rodean y nos alientan.


 

EL C.E.N.S.  Y YO


Vengo de una familia humilde, éramos once hermanos y con mama y papa trece en total. El único que trabajaba era papá y no alcanzaba para hacernos estudiar a todos. A medida que fuimos creciendo, fuimos empezando a trabajar y no teníamos tiempo para estudiar. 

Empecé a trabajar y estudiaba de noche, pero me cansaba mucho y deje.

Cuando vine acá, a Buenos Aires, trabajaba para poder darle una buena educación a mi hija. Ella fue quien descubrió este lugar y me impulso para seguir estudiando, con lo cual estoy muy feliz de haberme conocido con gente muy buena, tanto los profesionales como mis compañeros. 

Estoy muy entusiasmada con este gran emprendimiento de haber podido retomar mis estudios nuevamente. Lo que siempre quise y es mi sueño es ser kinesióloga, y ahora, con todos ustedes, lo voy a lograr pronto.


 

CUESTE LO QUE CUESTE


Hola C.E.N.S. yo estoy acá porque no tuve la oportunidad en mi juventud de seguir estudiando por cuestiones económicas y tenía que trabajar. Pero como se dice “nunca es tarde para estudiar” y a mí esto me sirve para ayudar a mi s sobrino en las tareas ya que no tengo hijos. 

Para mi si me va servir mucho para poderme desenvolver entre las gentes ya que siento que siempre me quedo atrás de todo. Ni siquiera puedo conseguir un trabajo en otra cosa que no sea en casas de familia y siento que en este tiempo que estamos si no tenés estudios secundarios  no somos nada. 

Por esos doy mil gracias al C.E.N.S. por darme la oportunidad aprender más.



EL CENS Y  SU GENTE


Un día de marzo de 2016, a mis 60 y tantos años decidí iniciar mis estudios secundarios. Llegue a Freire 929 y el señor director me dijo: acá está su vacante, el horario es de 8:30 a 12:30.

Yo pensaba ir a la nocturna, pero acá estoy. Esta para mi es una experiencia distinta porque hay diversidad de edades, desde mi rol de mamá y abuela a veces les corrijo modales y etc., y surgen lo se llama diferencias intergeneracionales. En la primaria, nunca me costó estudiar, hoy tengo que hacer más esfuerzo.

Al C.E.N.S. 28 a sus autoridades docentes y al personal que participa ¡MUCHAS, PERO MUCHAS GRACIAS!




 

DESDE LEJOS Y HACE TIEMPO


Me llamo xxx. Tengo 36 años, soy brasileña, vivo en Argentina hace 10 años y me gusta mucho este país que me brindó la oportunidad de volver a estudiar. 

Hacía más de 20 años que dejé de estudiar y mirando un programa de televisión la presentadora me motivó a volver con los estudios diciendo: EDUQUENSE LO MAS QUE PUEDAN. ¡Esta frase fue el motor para regresar a la secundaria!

EL CENS 28 me abrió sus puertas dándome la oportunidad de educarme más y más, con la ayuda de mis compañeros que es muy importante. El objetivo que me hace realizar todo este esfuerzo es el de recibir más adelante mi título como asistente social para poder ayudar a los más necesitados.


 

PARA TENER UN TRABAJO MEJOR


Gracias al CENS tengo la oportunidad de volver a retomar la secundaria después de dos años, es una linda posibilidad de terminarlo.

Volví a la secundaria porque me dí cuenta que es necesario terminarlo y tener el título. (Es importante por el hecho de que en la actualidad nos piden el título secundario para trabajar). Así que con 18 años de edad, quiero terminarlo en estos tres años. 

También la secundaria es una etapa de la vida sumamente importante  en el proceso de aprendizaje ya que abre puertas a que el joven pueda insertarse y acomodarse a una futura sociedad.

También es importante la secundaria por el intercambio continúo de relaciones interpersonales que esa etapa le permite hacer. Espero fijar mis ojos en el estudio durante estos tres años.


 

PARA NO SER MENOS


Cuando uno llega a cierta edad y mira hacia atrás suele ver las falencias en el desarrollo de su vida; fue entonces en que me sentí inferiorizada en relación a otras personas por algunos logros no conseguidos.

En realidad las personas como yo que no tuvimos una educación secundaria en su momento, no la pudimos tener porque no hubo oportunidad en cuanto a tiempo, cuando uno debe salir a trabajar para poder sustentarse, cuestión  que se convierte en un gran problema económico.

Afortunadamente, como dicen los que saben, nunca es tarde para aprender, fue así  que comencé a buscar algo para poder terminar  mi secundario. Encontré entonces un C.E.N.S. que me propuso una alternativa con amplios recursos, que me permite completar mi formación secundaria.

Hoy que ya pase la mitad de año de mi primer año lectivo, estoy muy orgullosa de terminar mis estudios y más agradecida aún por haber conocido a mis compañeros, que me permitieron  generar nuevas amistades, tener otra oportunidad  y sentir que siempre hay lugar para el saber.

Estoy muy contenta y muy orgullosa de haber decidido terminar mis estudios en el C.E.N.S. 28.


 

A PESAR DE TODO…


Mi nombre es xxx, tengo 58 años, soy viudo hace dos años y tengo dos hijas hermosas: Laura y Gabriela.

Un día, por razones laborales me pidieron estudios secundarios, los cuales no los tenía cursados. Comencé a preguntarme si podría lograr ese objetivo. Al principio pensé que sería imposible quizás por la tristeza que tenía, la falta de constancia, el óxido en mi cabeza…

Pero gracias a mis hijas, a un gran compañero que cursa en este C.E.N.S. hace dos años y a una persona muy especial pude comenzar.   

Hoy agradezco a la gente que ha pensado en nosotros creando este sistema de estudio, dándonos la posibilidad de no quedar al margen de la sociedad. ¡Gracias!






AUNQUE ME ABURRA


Mi experiencia fue aburrida al principio. Ahora todavía sigo estando aburrido, solo que ahora con ganas de terminar el año. Al comienzo fue con pocas ganas de estudiar. Todavía sigo teniendo poco gusto por el estudio, pero me esfuerzo por sobrellevarlo.

Por otro lado hay trabajos que piden los profesores que son algo molestos pero hay que hacerlos para tener una buena nota, y entonces los hago. No me va mal esta vez, por suerte.

Las materias que nos dan son buenas, con las que me llevo mejor son matemática, inglés, biología y lengua y literatura.






PARA RECUPERAR LO QUE ME ROBARON


Me llamo xxx soy madre soltera y abuela de ocho hermoso nietos. Hoy encontré un lugar para cumplir mi sueño quizás robado hace años. Hoy mis hijos están grandes, formados y encontré un lugar donde puedo aprender compartir un café, contar con mis compañeros consultar algo que no comprendo. 

A veces viene el director y nos dice que cualquier cosita que precisemos nos acerquemos y hablemos con él. Somos muchos, muchos los que regresamos a estudiar, yo volví después de 37 años y me hacen sentir como adolescente  aunque a veces me cuesta. Iremos paso a paso, yo sé que juntos vamos a poder. 

Espero cumplir este sueño de terminar y también llevarme más amigos de esta experiencia. ¡Eso sí: nos vamos a Bariloche!



ACÁ HAY DE TODO


EL C.E.N.S. para mi es algo nuevo, ya que nunca estuve en un C.E.N.S. antes. Aparte tenía en mente que era un lugar donde solo iba gente mayor, y ahora descubrí que no, nada a ver, hay una mezcla de edades increíble, cosa que es bueno para nosotros los jóvenes, ya que aprendemos de los más grandes y ellos de paso aprenden algo de nosotros también.

El año pasado dejé la escuela porque no tenía muy en claro lo que quería hacer de mi vida, pero por suerte creo que ahora ya lo sé.


 

EL FUTURO


Nunca pensé que tardaría cinco años en terminar la secundaria. Cuando tuve que dejar mi tercer año de secundario por la mitad para internarme en una clínica psiquiátrica, no fue porque quise o porque lo planeé. Pero creo que todo pasa por una razón.

Tarde dos años y medio en poder reincorporarme a una escuela. En esos dos años tuve tres internaciones y un intento que solo duró dos semanas de ir a un secundario acelerado. Pero no fue hasta que yo realmente quise mejorar que pude lograrlo. 

Y no fue hasta que mejoré, que quise un futuro para mí. Un futuro en el que terminaba el secundario y seguía una carrera que me gustara. Y parece tonto que haya tardado tanto en querer estar bien, en hacer un click interno para poder tener un futuro. Pero todo lo que pase me hizo conocerme mejor y me hizo aprender muchísimas cosas.

Y gracias al CENS pude adaptarme y puedo cumplir mi sueño de terminar el secundario. Un sueño que para muchos es simple pero que para mí significa una auto-superación y poder tener el futuro que siempre quise. 



LAS PUERTAS DEL FUTURO


Cuando decidí terminar el secundario sabía que desde ese momento tendría las puertas abiertas a un futuro mejor y que podía elegir. 

Desde que empecé el secundario tengo razones por el cual terminar,  aunque a veces se me hace muy difícil seguir adelante,  por mi trabajo,  pero ahora tengo la mente más abierta más cuando estudio algo que me gusta y estoy dispuesta a recibir concepto nuevos e información distintas sin poner trabas,  porque quiero descubrir o saber todo,  ahora soy más creativa y estoy más inspirada. 

Estoy constantemente motivada,  tengo momentos de "¡¡¡Ajá, ya lo entiendo!!!”, todo –o casi todo– me resulta más fácil para aprender o comprender las cosas y disfruto más de lo que hago. Mi autoestima se beneficia y estoy segura de mi misma,  también puedo completar un CV sin temor de que algo no entienda o haga mal, y puedo conseguir un mejor trabajo una vez q termine mi secundaria, y gracias a todos por el apoyo y por animarme a seguir y no abandonar porque hoy puedo decir ¡¡¡QUE SI QUEREMOS, PODEMOS!!!




SUEÑO CUMPLIDO


A los 17 años me dijeron que a los 30 iba a necesitar una silla de ruedas y que no iba a poder usar mis manos. Por lo cual no pude continuar los estudios. 

El avance de la ciencia en la medicina y algunas intervenciones quirúrgicas hicieron que hoy con 31 años este viviendo otro sueño más de los tantos que realice y aún tengo. A 3 meses de finalizar el último año del CENS aprendí que el tiempo para hacer las cosas las marca la vida de cada uno, mi tiempo es ahora, y sabía que tenía que aprovecharlo.

Hace muchos años soñaba con este momento, mi objetivo siempre lo tuve claro y no cambio a pesar de los años y las adversidades. La UBA me espera y sé que ya falta poco también para eso. Gracias a los dos profes de Psicología y Filosofía también me di cuenta de que quiero ejercer esa carrera como docente, y en eso les estoy eternamente agradecida.   

Aprendí y crecí en el CENS quizás más de lo que imaginada, y hoy estoy orgullosa de que en mi curso haya más de 30 personas terminando este ciclo y considero fundamental la vocación y comprensión de cada docente ante la situación de cada persona que por distintos motivos nos dificulta la continuidad y/o el aprendizaje por momentos. 

Paso a paso... lo sé, imposible evitar que mi cabeza ya esté pensando en las materias del CBC con una ansiedad sin igual, porque la vida no deja de demostrarme que los sueños se cumplen.



 

UN ENCUENTRO CONMIGO


Lo que había empezado a vivir y a disfrutar a los 12 años, lo vivo ahora. Es un encuentro conmigo misma. Terminar y concluir el secundario era un anhelo personal y, gracias a mi perseverancia y determinación, lo estoy haciendo ahora.

Al venirme a la Argentina se me abrió el camino para no rendirme y seguir mi deseo. Fue difícil llegar hasta donde llegue, pero no imposible, y todo fue gracias a cada una de las personas que, por fortuna, he conocido, tanto grandes compañeros como profesores que verdaderamente saben cómo sostenernos.

Sé que llegaré a mucho más y no es sólo por mí sino gracias a cada una de las personas con las cuales compartí risas y angustia  en épocas de examen. En verdad que el CENS se volvió un lugar especial porque es el lugar donde hablamos disparates y nos burlamos entre sí. Pero sobre todo un lugar donde nos preparan para una gran etapa de nuestras vidas que es la facultad, nos dan consejos para ser mejores cada día como personas.

Así que gracias a mis compañeros y a cada uno de mis profesores que me han visto crecer cada vez más, en estos tres años.



A PESAR DE TODO


Siempre hay que tratar de que los momentos malos no sean tan malo como para opacar los momentos de felicidad. Ese es un lema que me suele mantener en pie. Empecé la secundaria al terminar sexto grado por qué me tuve que mudar a un pueblo, al decir "tuve" se entiende que no tuve mucha elección. Fui separada de mis amigas que para esa edad que es la adolescencia fue un sufrimiento atroz como todo en la adolescencia y de mi familia aunque estaba a pocos kilómetros nunca los veía. 

Después mis años de secundaria fueron en varios colegios distintos, por supuesto hasta el año pasado, eso quiere decir que nunca tuve sentido de pertenencia, por ende no puedo encontrar un lugar hasta el día de hoy, por eso nunca duró mucho en nada soy la típica frase, el que mucho abarca poco aprieta.

Fui adoptada, por mi tía pero mi crió mi abuela, y mi mamá biológica una vez al año nos traía regalos para Navidad y mi papá bien gracias, si ya lo sé una ensalada de frutas más o menos, pero si estoy escribiendo esto es porque logré pasar adversidades.

Siempre dije que una mamá no es la que te da la vida sino la que te cría, para entonces yo tenía 3 mamás, un cuarto de papa y con el tiempo la vida solo me dejó una mamá, medio papa y muchas lecciones de vida pero eso va más adelante, en 2012 me volví a vivir a la ciudad de la cual solo estuve afuera 3 años pero me traje una mejor amiga con la que hoy en día vivo y un gran amor que quedó en el ayer del que sé recordar.

Ese año empecé en una nueva escuela pero eso no era extraño como ya mencioné siempre fui la chica nueva y me encantaba porque tenía la oportunidad de ser quien quería ser sabiendo que al otro año ya no iba a estar, justo ese año fue uno de los más significativos de mi secundaria, lo llamaría "la caída".

 Ese año repetí, el año siguiente nuevo colegio volví a repetir, al siguiente año colegio nuevo otra vez pero me estaba yendo bien en el colegio y mi mamá se enfermó a mediados de diciembre del año pasado estuvo 7 meses en terapia intensiva y yo a la par internada en un centro de rehabilitación, mis días se basaban en ir al colegio, después con mi mamá a visitarla a la clínica y después a rehabilitarme, ella finalmente murió pero a pesar del dolor yo iba a terminar el año sin repetir y lo hice pero me pase de colegio de nuevo por costumbre, el año pasado me fue bien en el CENS y todo andaba bien hasta que me encontraron una enfermedad muy rara y seguida por un cóctel de pastillas que tomo diariamente hasta el día de hoy pero aun así pude terminar el año y pasar.

Al fin me encuentro en tercer año y estoy terminando el primer cuatrimestre con excelentes notas pero como siempre la vida te pone a prueba para saber que tan fuerte es uno, si me puso otra prueba para superar se murió mi mamá y sí que es una prueba difícil pero uno tiene que ponerse un tiempo para estar mal y después salir adelante.

Todos podemos tener un mal día un mal mes un mal año pero no una mala vida. El secundario no sólo es un título que me abre las puertas a todo, universidad, trabajos, etc. para mí es una meta personal. Para mí y para todas las personas que dejé atrás.



NUNCA ES TARDE


Mi secundario fue algo, que para mí quedó pendiente desde que termine la primaria. Por razones personales fui postergándolo, primero fue la necesidad de trabajar, luego fui madre muy joven y no me quedó tiempo para poder estudiar. 

Así los años fueron pasando, mis hijos crecieron y en el año 2014 me encontré con la oportunidad de, al fin, poder estudiar. No lo dudé y comencé a averiguar cómo y dónde podía hacerlo. Entonces me enteré del CENS 28, vine a averiguar y comencé a estudiar por las mañanas primer año.
Terminando ese cuatrimestre veía que me costaba mucho, nunca había cursado y todo era nuevo para mí, pero tenía muchas ganas de poder seguir y continuar esforzándome con las materias que me costaban, veía tan lejos tercer año, pero nunca  perdí las esperanzas. 

Hoy, finalmente, estoy cursando tercer año, el último, y no lo puedo creer. Me siento muy orgullosa y feliz de todo lo que he aprendido y sigo aprendiendo cada día. Espero ansiosa el día de recibir mi diploma donde me indique que termine mi ansiado secundario y poder seguir estudiando, ya que me di cuenta de que me encantaría seguir una carrera universitaria. 



TO BE OR NOT TO BE


Decidí venir a este CENS porque económicamente mi padre no pasaba un buen momento, así que él decidió cambiarme; al principio cuando llegué estaba un poco desconfiado porque no sabía cómo era, tenía mis dudas.

El primer día de clase no podía hablar, estaba nervioso, no conocía  a nadie y tenía que acostumbrarme nuevamente a conocer personas y al colegio. No me costó tanto la adaptación porque había gente grande; pero lo que no quería era cambiarme porque ya tenía mi lugar. Lo bueno fue que el tiempo pasó y me fui acostumbrando. Me costó por la distancia, pero ahora ya no me pasa nada, lo tomé como algo más.

En estos dos años conocí a mucha gente y tengo amigos nuevos. En verdad no esperaba conocerlos y me parece raro estar acá, pero aquí estoy, sentado, escribiendo esta biografía especial que pidió el profesor.

Tampoco esperaba conocer a los profes de CENS o de secundaria. Nuevamente quería terminar donde empecé; pero las cosas pasan porque pasan y así lo entendí.

Sé que el año termina y que pronto estaré estudiando periodismo, pero creo que me hizo mucho mejor estar acá; hacer las cosas por mi propia cuenta me hizo crecer más de lo que ya había crecido. No se me ocurre escribir nada más porque todavía no termina el año, pero todo va a estar bien.




ESTOY AQUÍ


La primera vez que vine al CENS no pensé que iba a llegar hasta acá, el primer día que llegué estaba acompañado por mi amigo Lucas, fuimos juntos a la primaria.

Vine para terminar el secundario, para poder seguir estudiando y para poder conseguir un buen trabajo.

Estoy aquí porque después de quedarme libre en el anterior colegio, decidí buscar un colegio de adultos para poder terminar mis estudios.

Cuando llegué esperaba terminar y creo que estoy cerca de cumplir con el objetivo.

El balance que hago es positivo: En los dos años que estuve me está yendo bien en las materias, a diferencia del año pasado que si bien pasé de año, tuve que rendir materias en diciembre y en marzo.



TERMINAR EL COLEGIO


Estoy acá porque decidí terminar el secundario, para tener un futuro mejor. Y ahora estoy más predispuesto que nunca a lograr el objetivo, de obtener el título.

Cuando llegué al colegio, esperé que fuera un buen año, con buenos compañeros y así empezar con algo nuevo para poder lograr el objetivo. Y ahora espero lograrlo, estudiando y esforzándome, paso a paso.

Este año y medio que pasó desde que estoy aquí, aprendí muchas cosas nuevas, con dificultades, y terminando el año pasado justo un día antes de empezar este año el colegio, con mucho sacrificio lo logré y hoy estoy con casi todas las materias aprobadas, dando lo mejor de mí en este último tramo del año.

Conocí a muchos compañeros y hasta hice buenos amigos, tan amigos que hoy en día una de ellas es de mi familia.

Y con respecto a los docentes, han sido todos muy respetuosos y me ayudaron a llegar hasta donde estoy. Y también gracias a Santiago, que me trajo a este CENS para poder terminar.



UN CUENTO


Había una escuela rural. Su edificio era viejo y pequeño. Tenía dos salones, una oficina para la directora y patio para el recreo. Había un dormitorio para los niños. Un día, cuando estaba la clase, apareció el fantasma Benito.

Estaban en el aula con la profesora, dando una clase especial sobre los planetas. De repente entró un fantasma por la ventana, la maestra los retó y los chicos se asustaron. Benito parecía un niño común. El fantasma tenía el pelo azul, tenía ojeras, oreja como los duendes.

Aparecía cuando los chicos dejaban de jugar con dos compañeros y se ponían tristes por eso. Los chicos les pidieron disculpas a los dos compañeros porque entendieron que no hay que discriminar.




VOLVER AL COLEGIO


Después de muchos años decidí retomar el colegio porque por esas vueltas de la vida no pude hacer la secundaria. La vida me fue pasando y había dejado muchas cosas sin concluir.

La necesidad de salir a trabajar muy joven hizo que dejara de lado la escuela. Hice varios cursos durante este tiempo y acompañé y ayudé a mi hijo en sus tareas, trabajos prácticos y preparación de exámenes. Eso hizo que para mí, la escuela secundaria no fuera algo desconocido, pero reconozco que volver al colegio, después de tanto tiempo, me produjo una revolución interior.

Tal vez sentí temor de no poder con las exigencias por la falta de tiempo, temor a tener que ponerme a estudiar, memorizar, hacer trabajos prácticos y ser evaluada. Además asistir a clase todos los días no era cosa sencilla.

Así con esos temores comencé hace tres años, pero tuve la suerte de conocer gente maravillosa, que son mis profesores y eso me ayudó a superar mis dificultades.

Hoy estoy a meses de cumplir esa asignatura pendiente que me quedó desde mi adolescencia.

Siento que era este el momento de finalizar mis estudios secundarios, que debo cerrar un ciclo y que es mi logro personal.





EL CENS Y YO


Cuando vengo al colegio, lo hago para hacer lo que debo hacer, únicamente aprender todo lo necesario para poder estar preparado para la vida. Se debe aprender lo que se necesita para poder ser un ciudadano, para así poder unirse a la economía y a la sociedad.

Muchas de las materias nos son útiles para cada momento de nuestra vida: Lengua y Literatura, para poder socializar con otros por medio de las palabras; Matemática, para así poder realizar sumas y restas, multiplicar y dividir, tomar medidas, etc; Contabilidad, que está relacionada con Matemáticas, sirve para realizar recursos económicos relacionados con el comercio, pago y cobro de facturas, ahorros, crear nuestra propia empresa, etc; Historia, nos sirve para saber sobre acontecimientos pasados del principio hasta la actualidad; Geografía, nos sirve para poder conocer cada terreno de la tierra, el planeta que habitamos, los mares y los océanos, los continentes, países, ciudades, etc.

Concluyendo, cada una de estas y otras materias me sirven para poder avanzar en la vida de manera recta y firme, teniendo todos los recursos necesarios para tener una vida abundante y próspera, para poder vivir y enfrentar cada reto que venga, y al final, pueda tener un gran futuro por delante.



SEGUIR


Cuando terminé la primaria tenía el objetivo de hacer un Secundario Técnico para tener el título y poder ejercerlo. En el Colegio Huergo cursé mis dos primeros años, luego me cambié al Colegio San Martín, que no tenía el mismo nivel. Con el tiempo, perdí el entusiasmo de seguir esa especialización. Después de repetir el año en ese colegio me anoté en el CENS para proponerme terminar el secundario y obtener el título.

Al entrar pensé encontrarme con gente mayor, pero por suerte me encontré con un ambiente totalmente distinto. Pibes de mi edad, alguno que otro mayor, pero gente copada. Tuve la suerte de que los dos años que estoy acá me tocó gente muy buena en el curso. Además, está bueno porque yo soy responsable de mis actos.




EN BUSCA DEL SENTIDO


¿Por qué estoy en un CENS? ¿Por qué no tengo la secundaria? ¿Poco estudio? Puede ser. ¿Poca motivación? Seguro. ¿Culpa de los profesores? ¿Culpa mía? Uno de mis grandes problemas es analizar, tal vez, por encima de lo que me conviene, entonces, asumo mi parte de culpa, mi falta de interés, poco estudio, poca asistencia, me voy a dar el lujo de analizar el sistema educativo.

Clasificación, ese es el problema. Somos un número, un puesto en una escala. Una masa estresada por exámenes, trabajos, calificaciones… Nos pasamos la juventud entre paredes, libros genéricos y profesores desmotivados.

¿Qué pasó con la ilusión de aprender? Se cambia por la presión de aprobar. Cambiamos las ganas de estudiar algo que te apasione por tener un título rápido y que tenga salida.

Cuando expongo esto a la gente siempre obtengo las mismas respuestas dignas del desinterés por mejorar las cosas; esas son excusas, todo es para no estudiar, las nuevas generaciones están llenas de vagos.

Yo asumo, a riesgo de sonar repetitivo, no estudié, no me apliqué, no asistí; pero nunca sentí pasión por aprender, ese es el problema. Muy pocos docentes me transmitieron esa pasión.

El acerbo popular dice: El que no sabe, enseña, con perdón, pero quién fue el que soltó tal perla por sus labios, y pero quien piensa que era verdad. El que enseña es el que debería ser el que más sabe, así estamos, con el elenco de educadores sin ganas y sin vocación.




VOLVER


El colegio secundario, para mí, era una asignatura pendiente. Como tuve que ayudar a mis padres, tuve que salir a trabajar. Por esa época estaba el gobierno militar y no eras libre. Gracias a la lucha de muchos estudiantes se pudo obtener el boleto estudiantil y lo triste de esto es que por esa época hubo muchos desaparecidos.

Hoy con mis 58 años me siento capaz de seguir adelante donde aprendo cada día más, interactuando con los demás, opinando o debatiendo algún tema, del momento. Esto hace que nos integremos como adultos en esta sociedad que vivimos, aceptando a los demás, observando en silencio como cuando estamos con los profesores en clase. Es una forma de aprender.

Lo positivo es haber encontrado a gente agradable como también a los profesores que además de tener paciencia, dan clase a chicos con capacidades diferentes, pienso que eso es una gran virtud. Por eso, cuando me vaya de este mundo, me voy a ir despojado de todo, pero con un gran conocimiento.



¿POR QUÉ ESTOY EN EL COLEGIO?


Ahora les voy a contar sobre mi relación con el colegio. Siempre fui un chico problemático en mi relación con el cole. Siempre fui el payaso de la clase, el rebelde que no hacía caso a los profesores, y como consecuencia era observado y sancionado.

Durante el periodo escolar jamás estudiaba, iba para pasarla bien con mis amigos, simplemente calentar la silla. Así fue durante mi niñez, en la primaria y secundaria. Me llevaba todas las materias a diciembre, que era el único mes en el cual me dedicaba al estudio.

En el año 2014, ya con 16 años, llegué a quedarme libre en las vacaciones de invierno. Mi familia me motivaba, siempre apoyándome y yo, como siempre, haciendo oídos sordos. Generaba mucha decepción, me llevaba mal con mi papá, que era el único que me apoyaba y yo me hundía más por mi decisión de dejar el colegio.

En agosto de ese año mi familia me mandó a trabajar con mi tía. Yo con ella no me llevaban bien. En julio de 2015 me echó debido a mis llegadas tarde, mi vagancia y falta de compromiso, lo que produjo una conmoción y pelea en mi familia, tema que se solución rápidamente.

Luego, mi tío me hizo trabajar con él. Empecé en julio de 2015, tendiendo yo 17 años y es una persona a la que admiro por no rendirse conmigo, dándome fe y optimismo, él confiaba en que yo podía dar más.

Luego de dejar el trabajo con él, decidí hablar con mi mamá y papá para regresar al colegio. Empezamos a buscar colegios y así ingresé al CENS.

Mi reflexión final es que yo quise componer todas las relaciones familiares, tener éxito en la vida, socializar nuevamente con chicos y terminar el colegio secundario para poder dedicarme a una profesión para tener un futuro sin dependencia. Esa es la razón por la cual agradezco esta familia que me tocó, ya que sin ellos no sabría dónde estaría hoy.



TERMINAR EL SECUNDARIO


Un día, hace un año y medio, se me pasó por la cabeza retomar el secundario, ya que en mi adolescencia decidí abandonarla. Dejé el colegio para ir a trabajar, pero no fue una buena elección, y algo tenía que hacer en mi vida.

Al pasar los años decidimos con mi hermano volver a cursar el secundario, ya no éramos unos chicos duros, ya teníamos veinte años y no podíamos dejar pasar más tiempo para terminar el secundario.

Llegamos al CENS por amigos que ya venían al cole. Gracias a Dios había turno mañana, eso era lo que nos costaba conseguir. La mayoría son a la noche y mi hermano y yo trabajamos de noche siempre.

Cuestión que arrancamos el año, al principio nos costó muchísimo porque dormíamos poco al salir tarde de trabajar y teníamos que levantarnos muy temprano para cursar, pero por suerte nos fuimos acostumbrando.

El primer año no fue difícil, ya que gran parte de los temas los habíamos visto en el secundario hacía dos años. En un momento nos confiamos y faltamos como un mes, porque teníamos las materias aprobadas. Al volver los profesores nos retaron pero por suerte no influyó en las notas, y pasamos de año.

A mi hermano, al parecer, no le cuesta mucho con los nuevos temas que se explican. A mí, al contrario, no entiendo y me doy por vencido, no debería ser así. En un momento se me cruzó por la cabeza dejar el colegio, pero lo pensé más tranquilo y dije no llegué hasta acá para dejarlo de vuelta, voy a dar mi mejor esfuerzo y tratar de pasar de año, no queda otra. Además, los profesores te ayudan un montón y te incentivan a que sigas adelante.

Este es un pequeño resumen de El CENS y yo, espero que les haya gustado.



ESTOY AQUÍ


Mi nombre es xxx y vengo a contarles que estoy haciendo aquí. Allá por el año 2011 inicié la secundaria y ya desde el primer año me llevaba materias, hasta que llegué a tercer año y lo repetí dos veces, en 2013 y 2014. Y para no dejarme estar, me puse a buscar algo para adultos. 

No quería estudiar de noche y quería algo cerca de casa, sí, así de complicada. Entonces busqué y encontré este CENS, donde me dijeron que debía rendir dos previas para entrar a 2º año. Preferí empezar desde 1º, ya que no me sentía preparada para entrar en 2º año.

No les puedo explicar los nervios y el miedo que sentía, ya por ser la más chica (tenía 17 años) y encima entré una semana más tarde. Eso de entrar al aula y que todos te miren, horrible, pero bueno, respiré profundo, tomé coraje, entré, y ahí empezó la gran aventura de descubrir que no era la más chica, que los profesores eran buenos y comprensivos, que era de adultos pero encontré gente de mi edad y que no iba a ser tan malo como imaginaba.

Por suerte me resultó bastante fácil. Ahora estoy en 2º año, donde mi grupo no es el mismo que era, pero tampoco está mal, es un poco más difícil. Mi gran problema son las faltas y el quedarme dormida, vaya uno a saber por qué. No veo la hora de estar en 3º y que me den el título y me digan ¡Felicitaciones, aprobaste!, y salir del colegio con el diploma pegado en la frente para que todos sepan que terminé el maldito secundario, que ahora puedo ser lo que quiera ser y que nadie me va a pasar por encima. Y además mostrarle a mi mamá que también puede hacerlo ella, es cuestión de voluntad.

¡Así que me cueste lo que me cueste lo voy a lograr! En fin, el CENS es un lindo colegio, donde se viven lindas experiencias y conocés historias que te abren los ojos y te hacen saber que no hay gente que está peor que vos, entonces, si ellos pueden, vos también. 



TERMINANDO LA SECUNDARIA


Después de 19 años que dejó la secundaria, hoy cursa su último año, en el CENS. Cuando empezó se sintió rara, por suerte pudo integrarse a un grupo muy bueno y unido. 

Comenzó con todo, pero en mayo pensó en abandonar una vez más, la familia y algunos compañeros le hablaron para que no lo hiciera.
Ahora está a tan sólo tres meses de terminar y obtener su título". Esta etapa le dejó cosas positivas como volver él tiempo atrás (reírse en clase, molestarse, hacerse bromas con los compañeros y los profesores. El fin del camino ya está terminando. 



ASIGNATURA PENDIENTE


Si hablamos de asignaturas pendientes, podemos hablar de la mía: romper, superar el miedo y la inseguridad de empezar el secundario. Ese fue mi desafío. Después de una larga  búsqueda  de lugares donde estudiar llegué al CENS 28. Recibí mucho apoyo de los grandes profesores que tienen el don de enseñar y del cuerpo directivo, y  no puedo creer que llegue a concretar mi meta. Dentro de poco no va a ser más una asignatura pendiente,  mi lema es "el querer es poder”.

La razón por la que estoy acá es muy personal: sentía que estaba incompleta, fuera del circuito social, sin tener las herramientas y el conocimiento básico que debe tener una persona.

Un día me di cuenta de esto cuando en el trabajo hablaban  en grupo de temas que yo no podía opinar. Y sentí la necesidad de buscar la fuente de aprendizaje y la educación.

A medida que el tiempo va pasando es más difícil enfrentarse a esta sociedad en la que vivimos, la demanda constante de los cambios en todos los ámbitos sobre todo lo tecnológico  te hacer pensar en que tenés que buscar tu lugar en el cual puedas  tener un trabajo digno  y  de ser alguien o algo en la vida, esto no es una lección de moral solo la realidad actual.

Bueno no lo quiero dramatizar tanto también  está la otra parte linda la satisfacción de que todo esfuerzo tiene un buen resultado, la mayor riqueza del hombre es el conocimiento.

Período que concluye, período que voy a extrañar: conocí a personas muy buenas, se armó un gran grupo de estudiantes desde el primer año hasta el último donde reímos y lloramos, tener amigas, compañeros, de buen corazón, donde nos ayudamos los unos a los otros. Me siento feliz haciendo mi secundario. 

Para el que lea esto NO HAY NADA IMPOSIBLE solo tiene que concretar SU META y  su ASIGNATURA PENDIENTE. Y acá esto no termina: Vamos por más.



SIN MENTIR


Mi experiencia en el C.E.N.S. Nº 28 arranca en este año 2016 con 18 años. Vine a un acelerado para no perder más tiempo. Con los profesores está todo bien, con alguno que otro tuve algún problema pero terminó todo bien igual. Para mí está todo mal cuando me hacen venir y no vienen. Las materias me cuestan mucho porque hace años que no hago rutina de trabajos prácticos, evaluaciones, venir a la mañana, etc.

Con los pibes del curso me llevo bien con todos, con la mayoría somos amigos pero siempre hay alguno con el que a lo mejor no te llevás tan bien. Esto lo escribo para vos Claudia, la profe de Lengua, sin mentir. Yo voy a pasar porque voy a ponerme las pilas para  hacer que eso pase.